viernes, 29 de octubre de 2010

ANÁLISIS DE EJEMPLOS DE INVESTIGACIÓN

Entender el cúmulo de experiencias investigativas que se han generado en diversos sectores y ámbitos de la vida cotidiana, es hacer uso de una serie de procedimientos clasificatorios acerca de sus particularidades y afirmar si son de corte cuantitativo o cualitatitativo; por lo tanto en un primer acercamiento que se realizó en la materia de Diseño de ambientes de aprendizajes en la Maestría en Educación Básica de la Universidad Pedagógica Nacional Unidad 072, en donde se colectivizaron diversos ejemplos donde figuraron temáticas como:

Estudio de niños autistas.
Programa de planificación familiar en Egipto.
Bullying.
Práctica docente: Estudio etnográfico.
La enseñanza de valores en la educación secundaria.
Diseño de proyectos de investigación.
La violencia en el hogar en la India.
Aplicación de la tecnología en la agricultura.
Violencia intrafamiliar.
Síntomas Ginecológicos.

Se puede deducir que toda investigación de corte cualitativo será aquella que se apegue a métodos cualitativos de investigación como son: El método biográfico, la etnografía, la fenomenología, la etnometodología, el estudio de caso o la investigación acción.

Asimismo entre las características que debe poseer el proceso de investigación cualitativa están:

La generación de ideas.
Planteamiento del problema a investigar.
Selección del diseño de investigación.
Elaboración del marco teórico.
Recogida de datos e instrumentos y tratamiento.
Informe de la investigación.

 La generación de ideas:
Las investigaciones se originan en ideas sin importar el tipo de paradigma ni el enfoque a seguir, las ideas supone el primer acercamiento a la realidad, fenómenos o eventos a estudiar. En la investigación cualitativa el primer paso es la generación de esas ideas, que dará paso a nuestra investigación.

Planteamiento del problema:
Una vez concebida la idea de la investigación y se ha profundizado en el tema elegido, llega el momento de plantear el problema sobre el que se quiere investigar, plantear el problema supone afinar y estructurar más formalmente la investigación.
La mayoría de las investigaciones se efectúan con un propósito definido como el de ayudar a resolver un problema social, construir una nueva teoría, que también será parte de lo que justifique dicha investigación.

Selección del diseño e la investigación:
El diseño de la investigación incluye el enfoque global que debe realizarse, asi como la información detallada sobre el modo en que se va a realizar, con quién y dónde. Consiste en un plan o estrategia que se desarrolla para obtener la información que se requiere en una investigación.

Elaboración del marco teórico:
El marco teórico implica analizar teorías, investigaciones y antecedentes que se consideren válidos para el encuadre del estudio. el marco teórico no es sinónimo de teoría. de ahí que lo importante es no confundir ambos conceptos, por tanto para la elaboración de este marco teórico, los investigadores cualitativos emplean la literatura de forma inductiva. las investigaciones cualitativas no requieren hipótesis definidas rigurosamente para comenzar a trabajar, siendo sificiente perseguir una meta general de entendimiento del fenómeno a invetsigar.

Recogida de datos  e instrumentos  y tratamiento:
El enfoque cualitativo lo que busca es obtener información de sujetos, comunidades o situaciones en profundidaden las propias palabras, definiciones o términos delos sujetos en su contexto. Los postulados que defienden el paradigma alternativo conducen de manera directa a los métodos accesibles para que el investigador haga uso de ellos en el escenario natural.
de ahí que el investigador cualitativo deba recoger información en el escenario donde se produce el fenómeno o en el contexto donde se va a investigar, ya que es ahí donde el investigador tiene mayor probabilidad de encontrar lo que debe estudiar acerca de un fenómeno de interés.
los datos cuaitativos consisten por lo común en la descripción profunda  y completa de eventos, situaciones, imágenes, percepciones, experiencias, actitudes, creencias, emociones, pensamientos de las personas ya que sea de manera individual o colectiva y se recolectan para analizarlos, comprenderlos y así responder a las preguntas iniciales de la investigación.

Informe de la investigación:
La forma de comunicar los resultados de la investigación cualitativa puede ser de una forma extensa o de forma reducida. si optamos por la primera tenemos la oprtunidad de aportar extractos de los datos reales dejando que los participantes hablen por sí mismos, ofreciendo al lector de este modo suficiente información para comprender los resultados, si por el contrario optamos por la siguiente forma (reducida) el autor deberá ser más breve, pero consiso en sus resultados. asi mismo dichos resultados serán dinámiucos o cambiantes dada la realidad que se acudió a investigar.

Derivado de todo lo anterior y con la finalidad de particulizar la intención de irnos adentrando aun más en la investigación cualitativa, se es oportuno colectivizar un breve informe de investigación cualitativa que se efectuó en la unidad 122 de la Universidad Pedagógica Nacional y entender de forma real todo el proceso indagatorio e ir con mejores bases a ocuparnos en dicho proceso con entera propiedad, ya  que lo que nos interesa como elementos en formación es entender la realidad áulica que atravesamos y en donde la investigación cualitativa es la que puede facilitarnos  de manera efectiva explicar o connotar nuestra práctica cotidiana en nuestra institución.
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miércoles, 27 de octubre de 2010

La cotidianidad de mi centro de trabajo.

Entender a la cotidianidad que se vive en una Escuela Primaria Rural con grupos multigrado como lo es la Escuela Primaria del Estado Miguel Hidalgo y Costilla, ubicada en el  Cantón Linda vista del municipio de Motozintla Chiapas, es no solo entender el entorno y sus adversidades a las que dia a dia  maestros como alumnos   tienen que enfrentarse, sino también reviste una excelente oportunidad para comprender cómo es la enseñanza que se ofrece en esta institución. Proceso que  puede explicarse  mediante la concepción  que cada docente posee acerca de  las prácticas aulicas que se confeccionan en virtud  de la heterogeneidad de ideas y alumnos, asi como en base a la idea de cómo se puede facilitar el  aprendizaje a los niños.

Asi mismo dicha oportunidad puede ser valiosa ya que permite  una aproximación a un entorno en particular, para poderse inclinar por una identificación precisa de un objeto de investigación que en miras a tratar de desarrollar una investigación cualitativa, sea prioritario entender el fenómeno educativo que prevalece en este recinto y pormenorizar aun mejor las características de mayor relevancia que la matizan.

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 http://www.youtube.com/watch?v=POhQ3xjSDj0

La investigación cualitativa

Cuando se empieza a gestar un proyecto de investigación es muy importante comprender sus fundamentos filosóficos y más aun si es una de corte cualitativo. El marco filosófico en una investigación siempre es importante para el investigador  ya que será la manera de justificar el por qué se ha inclinado por dicho enfoque.
Del mismo modo si se pretende ser  un investigador cualitativo se necesita comprender el marco en el que se encuentran los métodos de investigación cualitativa para poder como mínimo explicarse a uno mismo las razones por las cuales utiliza éstos métodos y de esa forma probar el valor y rigurosidad de cualquier proyecto.
Dichos fundamentos filosóficos en los que se basan las metodologías cualitativas son los de la fenomenología, dada las diversas inquietudes actuales de hacer ciencia se ha contribuido a hacer de la investigación cualitativa una forma aceptable para producir conocimiento  y esa forma pertenece a un nuevo paradigma basado en axiomas y postulados que constituyen lo que se le llama paradigma hermenéutico interpretativo.
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martes, 5 de octubre de 2010

EN BUSCA DE UN OBJETO DE INVESTIGACION.

Paralelo a una autoreflexión sobre nuestro quehacer áulico cotidiano y con la aclaración de que se está convencido de un cambio de actitud frente a cómo se ha dado el proceso de enseñanza aprendizaje en mi entorno educativo  y de la necesidad de pulir mejor nuestras aptitudes profesionales que se fundamenten en la investigación, en el diálogo y la búsqueda de constante de la calidad en el actuar con  nuestros  alumnos en el aula. Se me es posible enunciar de que existen un cúmulo de aspectos dignos a ser estudiados de manera sistemática y respaldada en el enfoque cualitativo de la investigación, principalmente en un entorno rural y en el trabajo con grupos multigrado.
Problemas que a la par de la dificultad para favorecer la comprensión lectora y la resolución de problemas matemáticos, existen otros como el que me gustaría tomar como posible materia de estudio y proponer algunas sugerencias metodológicas para permitir que los educandos logren equilibrar no solo procedimientos, conceptos o conocimientos sino también actitudes que se traduzcan a mediano plazo en la movilización de saberes de manera objetiva y oportuna; es decir se vuelvan competentes en el actuar en múltiples contextos y situaciones.
Intención por lo cual para consumar esta aspiración es necesario hablar del papel que se asume en la práctica escolar que se define como una experiencia única y que dentro del ámbito laboral permite decodificar su impacto y a la vez precisar aun más si dicho tema permite el  planteamiento de un problema pedagógico a estudiar en etapas subsiguientes en esta  etapa de profesionalización.
Por lo tanto hablar de un día en la práctica escolar, es sin duda algo muy único  y a la vez  desafiante ya que en el entorno netamente rural donde se efectúa el proceso de enseñanza aprendizaje y sobre todo en grupos multigrado,  permite entender que si bien existen  múltiples factores que inciden en el rendimiento de muy baja  calidad en  las temáticas de las asignaturas más importantes del currículo como erróneamente se le llama al Español y las Matemáticas y que ocupan gran parte del esfuerzo formador, en consecuencia  gran parte de la formación valoral se deja en manos de las familias y de los medios de comunicación, ya que como profesor si mucho se ha hecho es mediante el diálogo,  la lectura de anécdotas, la resolución de actividades del libro de texto gratuito o retomando el calendario de valores que año a año edita la SEP, estructurar algunas secuencias didácticas en función a una planeación mensual y  tratar de precisar la concepción de la utilización de valores cívico-éticos en el aula o en la institución.
Situación que permite  afirmar que haciendo una valoración cualitativa de ese proceder,  sin duda hemos estado perdiendo terreno en comparación a la incidencia que tienen los medios de comunicación y a los bombardeos ideológicos que día a día los educandos asimilan de manera extraescolar  tanto en la calle como en el entorno extraescolar,  que hacen ver que nuestros pupilos se vean en el actuar falto de valores o con una identidad múltiples que los hacen recurrir a la imitación de modelos, a la adopción de formas de vestir y aun peor a actuar de forma agresiva en situaciones de conflictos entre pares y concluir como formador  mucho falta por hacer en este campo de la formación cívica y ética en nuestros alumnos quienes serán los que forjarán el futuro de nuestra sociedad y que de seguir acumulando deficiencias de esta magnitud difícilmente se podrán saber socializar .
Socialización cualitativa que se busca en los nuevos planes y programas de estudio y que recae en las asignaturas que en un punto de vista crítico no se les está dando el tratamiento adecuado ni la importancia que reviste, orillando como  se manifestó a las asignaturas de menor carga horaria no por ello carente de valor, por debajo del Español y las Matemáticas, a pesar de por ello  hasta hoy no se logran elevar sus parámetros  cualitativos de los aprendizajes que han reflejado múltiples evaluaciones estandarizadas como lo es la prueba anual de ENLACE, urgiendo permitir una integralidad entre los diversos propósitos educativos para verdaderamente ofrecer una educación de calidad.
Porque si de hablar de búsqueda de calidad en estos tiempo resulta crucial permitir que nuestros alumnos según la invitación de la educación para la vida fincada en los cuatro pilares de la educación,  nuestros alumnos deben aprender a conocer, a hacer , a vivir juntos y aprender sobre todo a ser y que pasaría si seguimos ofertando una educación parcial y  permitiendo también que las diversas instituciones sociales que deberían retroalimentar la función pedagógica de la escuela como la familia, la sociedad, sigan al margen de una gran labor como lo es sustentar mediante el ejemplo y los mejores patrones de actuación las bases más iniciales de la socialización.
Es decir, queda mucho si bien por remediar e investigar  en cuanto a lo pedagógico, pero queda también mucho que investigar sobre lo que pasa en la mayoría de los hogares de nuestros alumnos que se atienden,  porque a pesar de estar alejados de la urbanización, al parecer la transculturación de las familias que han emigrado del campo a la ciudad han hecho que los valores estén también en crisis en entornos muy apartados y que podría ser un objeto de investigación.

MI EJERCICIO DOCENTE HASTA HOY, SOMETIDO A LA CRÍTICA Y REFLEXION

La historia que a continuación se narra parte de la convicción que tras ir en búsqueda de otras aspiraciones profesionales que no se llegaron a concretizar y como producto de la inmadurez quizás que la gran mayoría de los jóvenes hemos compartido  ya culminada la educación media superior (preparatoria) sobre la indecisión sobre  qué se quiere ser en la vida; en lo personal se me dio  la oportunidad de empezarme a formar como licenciado en educación primaria (estudiar para maestro como comúnmente se le llama) en una escuela normal.
Formación que desde que inició y ya como última alternativa para conseguir una formación profesional, se tuvo que encarar con ahínco y esfuerzo para desterrar algunos sueños  frustrados o al no  poder aspirar a más, aunado a ello se pudo  ir conceptualizando a la par de la  formación sistemática, una referencia directa al visualizar en el entorno más inmediato cómo mis progenitores en pleno ejercicio profesional en  este mismo nivel efectuaban la preparación de sus jornadas laborales, el rol pedagógico que asumían, el relato de sus vivencias, las frustraciones y aciertos;  así como  la interacción entre colegas, que terminaron por convencerme que el prepararme para maestro había sido sin duda una buena opción.
Por lo tanto tras cuatro años de inolvidable formación en mi escuela normal, transitando por los debates sobre aspectos pedagógicos, la lectura de las diversas teorías del aprendizaje, el ejercicio guiado en prácticas profesionales temporales o  tutoriado después en el servicio social y la defensa final de un trabajo de titulación, me hizo erróneamente pensar que había éste proceso contribuido a todo lo necesario para enfrentarme a cualquier contexto o realidad.
Pero que decepción, cuando al llegar a una realidad ya como maestro de base, donde lo que encuentras en un entorno escolar de verdad y sin andamiaje alguno  exige una mayor responsabilidad, que hace contrastar toda la teoría con la práctica que has acumulado y concluyes que te falta mucho por aprender, además de que aparecen problemas únicos que ni la mejor literatura en la etapa de formación inicial te  ha dicho como resolver como son: lidiar con tutores prepotentes, con alumnos problema, o con actores como los supuestos docentes encargados de apoyo a la docencia (directores y supervisores) que en vez de fungir como tal, solo se limitan a exigir o a criticar.
Desencanto que  en palabras de Francisco Imbernon (2004) sobre  la  inducción o socialización en la cultura profesional del profesorado novel afirma  “la concepción teóricopráctica que se ha formado sobre el proceso de enseñanza-aprendizaje durante la formación inicial choca, con una realidad práctica y compleja: la vida cotidiana del centro y del aula, en la cual hay que estar tomando decisiones constantemente, pero sin tener unos parámetros de actuación a los cuales acogerse ni una formación que les facilite la reflexión sobre su actuación práctica diaria”
Pero en fin, tras ese trauma que desarticula toda estructura de teórica y equilibrio emocional de empezarte a enrolar en un entorno profesional, te afianzas por igual  de otros estereotipos de diversos elementos que conforman tu primer círculo  de compañeros (aprendizaje vicario), y vas recayendo en la copia de modelos de actuación, de estilos para hablar o de actuar, en fin; una identidad ajena y transcultural,  producto a la  vez de un cúmulo de experiencias fincadas mediante el diálogo informal sobre la percepción de la enseñanza-aprendizaje o del rol del maestro como actor social.
Reflexión superflua que más que auxiliarte a construir  un propio estilo de enseñanza guiado entre la teoría y la práctica reflexiva, inhibe una evolución cualitativa, e ir construyendo y reconstruyendo en la acción-reflexión o en la dialogicidad  un  nuevo modelo de actuación, ni mucho menos en este modo informal de proceder se nos es posible entender los escenarios para actuar o afianzarse de la responsabilidad que trae a cuesta el verdadero compromiso de  formar al material humano que te han encomendado en tu grupo escolar.
Dialogicidad como punto clave de toda intervención tanto para renovar nuestra actuación no solo ante el alumnado sino  entre colegas  que en palabras de Freire (1970) orienta así “por eso el diálogo es una exigencia existencial. Y siendo el encuentro que solidariza la reflexión y la acción de sus sujetos encauzados hacia el mundo que debe ser transformado y humanizado, no puede reducirse a un mero acto de depositar ideas de un sujeto en el otro, ni convertirse tampoco en un simple cambio de ideas consumadas por sus permutantes”
Inconsciencia procedimental por igual que ya a más de 6 años de ejercicio docente puede ser resumido como bajo las siguientes características o patrones de actuación que denotan una práctica real donde se aprecian los siguientes eventos irreflexivos producto de toda ya una mecanización áulica como puede ser el encarar  un día escolar  como una rutinización que empieza con el tradicional pase de lista, proponiéndose   actividades de las asignaturas con mayor carga horaria como el Español, las Matemáticas, propiciando un desequilibrio o soslayando un poco las otras asignaturas del currículo como la Exploración de la naturaleza y la sociedad, la formación Cívica y Ética o la educación Física y Artística.
Proceso mecánico e instrumental que incide en no permitir además  el cuestionamiento de los alumnos sobre cómo van encontrando respuesta a sus planteamientos personales, o de  echar al olvido  los conocimientos previos o las inquietudes y el trabajo en colectivo, como  algunas de las características que enmarcan la práctica escolar que a lo largo de varios ciclos se encaró de esta forma contribuyendo más que a una formación a una simulación.
Proceso que tras visualizar esos indicadores cualitativos de actuación, refleja puntos más débiles que fuertes;  entre los débiles  están el de dejarse arrastrar inconscientemente por el contexto institucional, el de no efectuar un análisis en colectivo de nuestro quehacer, así como desvincular la práctica docente a su función proactiva y como catapulta de superación social de los educandos que se han formado con anterioridad a esta mirada retrospectiva de nuestro ejercicio profesional  (Max Van Manen), producto de esta inconsciencia que ha permitido también  en dejar en el olvido la función de un profesor que en entornos rurales y semirurales como en los que me he desempeñado hasta hoy, entorno en el que demanda incuestionablemente una mayor significación, un mayor  compromiso o una inquebrantable vocación.
Coincidentemente hablar de las fortalezas que pueden enunciarse de esta corta experiencia docente  están: el de conceptualizar a la práctica como una función transformadora y transformante a la vez de alumnos y maestros que requiere de los segundos en particular una constante actualización profesional, entender la  necesidad de trabajar en colegiado y de la inaplazable verdadera introspección que haga mediante la reflexión a un ente en perpetua transformación, porque la práctica educativa debe ser única, formativa en toda la extensión de la palabra, sistemática y capaz de ser explicada, más que instrumental o influenciada como en ocasiones se hace hoy.
Rutinización en que caemos y que hoy tras someterla a la crítica personal,  me hace imponerme por igual la necesidad de buscar entre mi formación inicial de profesor en la escuela normal, las deficiencias quizás que han permitido ser en ocasiones este ente irreflexivo, o  un pasivo actor opacado quizás  por el entorno o por la misma cotidianidad;  que en más de alguna ocasión en el proceso de formación y  en diversas críticas a los maestros en servicio que observé,  propuse elevar de manera personal a un rango la aspiración de ser por todas las vías un auténtico formador con  calidad.
            Pero hoy tras este despertar, me  permite concluir que  con el paso del tiempo en el ejercicio profesional más que optar por una dinámica y innovadora práctica educativa, y hoy tras  seis años de distancia de empezar a confeccionar mi carrera como actor protagónico de este desafiante ejercicio profesional, pareciera  ser víctima  aun de la idea errónea que la teoría y práctica no pueden llegarse a complementar y en ocasiones permitirme refugiarme  en la improvisación o en la simulación como vicio de tantos otros elementos,  que pareciera que estamos aletargados ante la dinámica y la urgente necesidad de cambio que nos que exige periódicamente renovar toda actuación profesional, es decir evitar a toda costa el  caer en un reciclaje profesional.
Del mismo modo tratando de cumplir aun mejor con el propósito  fundamental de esta actividad académica y yendo más allá,  cómo lo es el de efectuar una análisis personal de lo que ha sido mi actuación profesional, las características que la han  matizado y en base a él partir hacia una renovación de carácter aun más profesional, he de permitirme retomando  mis propias vivencias personales y además mi perfil de egreso de la escuela normal como parámetro cualitativo acerca de lo que me falta por  conocer y lo que en la práctica ha representado estas deficiencias que hoy en día se confeccionan,   que  en puerta además de una mejor profesionalización, son sin duda un marco de referencia para ir día a día renovando el compromiso para verdaderamente entender mi práctica  y   conseguir mejores resultados educativos.
Ya que estoy convencido por igual que para lograr una verdadera reflexión, es necesario transitar de una autoexploración valoral entre lo que ha implicado hasta hoy mi profesión, que trastoca no solo el ámbito profesional en sí,  si no que nuclea un sinfín de aspectos de la personalidad como son el plano  institucional, el social y el didáctico pedagógico,  y entender  de manera más que contemplativa,  a  una más  pragmática en miras a una verdadera renovación.
Por consiguiente,  hablar de mi estilo de enseñanza es retomar también  mi concepción personal de lo que es la enseñanza, misma que según mi punto de vista es definida como una oportunidad para la confección inicial de los  sujetos que a futuro sean quienes  puedan  contribuir no solo a su desarrollo personal, sino social o porqué  no como a uno profesional de cualquier rama del conocimiento permeado por  toda libertad plena y una entera satisfacción.
Por  ello entender a la reflexión como la guía para dictaminar lo que se ha hecho y lo que falta por hacer, es importante,  si bien  señalar que somos elementos que hemos notado las vertiginosas transformaciones de la práctica docente y de los diversas aptitudes profesionales a escasos años de haber entrado a un entorno laboral se exige, y  en donde  se requieren para estar acorde a las necesidades particulares de enseñanza, procurar la consumación de una cultura sólida en cuanto al dominio del currículo y de las demás aptitudes profesionales que permitan siempre ofrecer una enseñanza un poco distinta a las demás es algo de suma relevancia, y que entre las características que han distinguido por igual las prácticas en aula están el  de empezar  dar protagonismo al educando en su aprendizaje o el de permitir que se logren consumar bases autónomas para el dominio de la lectura, la escritura o la solución de problemas como puntos muy medulares de toda la curricula, pero que pese a eso existen aun una serie de cuestiones por superar y lograr mejorar aún más.
Es decir teniendo hoy  como imperante necesidad el de permitir que los alumnos logren elevar sus aprendizajes cualitativos a otro rango de  aceptación, contribuyendo a forjar mejores bases sólidas en concordancia al enfoque por competencias que exigen los nuevos planes y programas de la enseñanza básica primaria resulta que toda práctica educativa termine por ser de calidad y garantice sus alcances sólidos en nuestros alumnos que los haga integralmente capaces de aprender a aprender o actuar con autonomía y propiedad.
De ahí que al remontarse a una introspección personal, resulta de suma trascendencia   recalcar  que en esta  corta vida profesional ha causado un notorio impacto mis ideas personales de cómo se ha entendido el aprendizaje, la labor docente y mi propia formación,  en tal grado que un principio cuando me tocó estar  en ejercicio en un  entorno semi rural y recién egresado de la licenciatura en educación primaria, me di cuenta que gran parte de la literatura que  se leyó en las aulas de la escuela de formación, no garantizaba un efectivo desenvolvimiento ante una diversidad de aprendizajes o frente a diversos obstáculos cognitivos que presentan los discentes que por muy  acertados que parezcan  dichos aportes son insuficientes para entender la realidad y que limitan el proceso de actuación y el rendimiento escolar.
En concordancia a toda etapa transitoria de da lugar el cambio de adscripción,  hoy en día encontrándome en un medio netamente rural y ejerciendo la docencia en grupos multigrados es aun más dificultoso realizar la labor, situación adversa en la cual demanda por consecuencias un domino excelso de toda las aptitudes profesionales,  para ver a la docencia ya no como un simple y vano ejercicio instrumental, sino que lo que es urgente saber que debemos enfrentarnos cada día en el aula con una rigurosidad que no solo de fe de nuestra formación inicial que si bien al sopesarla como se ha dicho careció  de muchos elementos, pero hoy con la posibilidad de volverse a reestructurar ese enfoque vinculando teoría- práctica y mediado por la reflexión permitirme  ver a la enseñanza y nuestra actitud de cambio como una  posible oportunidad para  consumar una verdadera renovación que contribuya a enaltecer nuestra vocación y nuestra retribución más que salarial a una de mayor aceptación social.
Ya que si en verdad queremos cambiar a un estilo de interacción cualitativa entre lo que se practica o se ofrece hoy,  no solo debemos cambiar nosotros mismos, sino elevar a rango  institucional (colectivo docentes) una serie de metas de trabajo en común que hagan del proceso formador una oportunidad para la continuidad y la construcción de puentes de diálogo entre la plantilla docente y la congruencia entre las aspiraciones como plantel o las metas a alcanzar, ya que de manera aislada sin el respaldo de muchos agentes de carácter  retroalimentador, dígase padres de  familia, sociedad y compañeros de profesión no será posible también que el cambio se consume,  ya que primeramente en una célula como lo es una institución debería permitirse todo cambio inicial  para llegar a una generalización en el modo cualitativo de actuar.
Finalmente reflexionar acerca de nuestro papel actual es no solo conocer que si bien hemos sido en muchas ocasiones personas seudoprofesionales en lo que hacemos por albergarnos en la comodidad de la instrumentalización de la enseñanza, ha llegado la hora de entender que la urgente  necesidad de cambio ya no se puede aplazar y empezar desde nosotros mismos por preocuparnos que existen problemas en nuestro modo cotidiano de actuar, ya que solo concientizándonos primeramente que se adolece de muchas herramientas cognitivas para ofrecer una enseñanza de mayor calidad es el primer indicador de cambio para buscar una actualización o renovarse pedagógicamente en función de una enseñanza de calidad.
            En consecuencia hoy en mi caso se está en una gran oportunidad de superar esas flaquezas que hasta hoy han permitido ofrecer poco de lo mucho que podemos ofertar en este ejercicio  profesional, que debería hacernos sentir más orgullosos de ser los que construimos el cambio en las mentes que nos tocan formar, ya que si dejamos en el olvido el compromiso y sobre todo la actitud desperdiciaríamos mucho potencial, de ahí que lo urgente o  necesario es optar por una adecuada profesionalización que coadyuve a ser de esta profesión un mejor concepto del nuevo profesor que más que banalizar su ejercicio profesional y poseer las características de un ejercicio  fincado en la investigación, en el diálogo y en la integralidad.
Porque si bien una educación de calidad deberá garantizar un buen nivel de aprendizaje, su eficiencia, su relevancia y su pertinencia así como ofrecerse con equidad, éstos indicadores podrían permitirnos evaluar lo que hacemos hoy y visualizar que estamos muy alejados aun  entre una educación de verdadera calidad y aun más de estar acorde a una contextualización.